Sara G.Mendoza
Úbeda/Jaén,
Foto-poesía
WANTED SOBRERREALIST 2012
Sara
es
poeta en el sentido más etimológico de la palabra. El poeta es el
creador. La creación la define como persona. Y no ostenta grandes
curriculums artísticos pero si un desparrame de talento y belleza
ejecutora. Una capacidad casi innata de saber elegir el
color, la palabra, la nota y el marco de sus actuaciones. Sara G.
Mendoza hace música desde niña a base de
esfuerzo y constancia. Una niña que con tan solo tres años aprendió a
leer porque ansiaba saber que contaban los cuentos de su casa. Cuentos
que ella después aprendió a contar. Versos de una poesía frágil fabrica
con la pasión del que escribe cada letra como si supiera que ya no
hubiera otra.
Su poesía contiene secuencias y planos, cosquillas para nuestra
memoria. Su poesía asalta nuestra tranquilidad y a la vez refuerza
cualquier duda. Una poesía que te hace el amor pero que te deja llena de
jirones.
Ahora su 'ser poeta' ha empapelado la casa donde se
crió en un pequeño pueblo de la sierra de Jaén. Poesía que ha inundado
los rincones, los edredones, las colchas de ganchillo y cualquier
elemento de una casa vacía. Tal y como queda la casa que da alas a sus
hijos y acontece al fallecimiento de sus creadores. 'La Casa Vacía'.
Sara
G. Mendoza es filóloga. Licenciada en Medios de Comunicación
Audiovisuales por la Universidad de Granada; ha ejercido como periodista
en prensa escrita y en radio. Diario La Opinón de Granada y Canal Sur,
entre otros. Ha escrito artículos para diferentes revistas y ha
participado en exposicones colectivas con su poesía y fotografía.
Actualmente está inmersa en la tésis doctoral
sobre el poeta grandíno Rafael Guillén.
En la colectiva puedes disfrutar de su obra:
"Permanece en mí" de 'La casa vacía'. 2011/12
Foto-poema del próximo libro 'La Casa Vacía'. Sara G. Mendoza.
Sara
participa en la muestra con dos fotos poemas. Imagen y texto se alinean
para contarnos una historia muy personal, la propia pérdida de una madre y un padre
pero la propia 'ganancia' de sus vida en ella. Unos fotos-poemas
sobrerrealistas íntimos, capaces de ganarle la partida a la realidad para
recrearla. Sara transcribe cualquier experiencia vivida en esa casa
desde una realidad muy ganadora y llena de sentimientos, sobre sus camas
sin arrugas y sus cubiertos guardados.